Miremos hacia atrás, trasladémonos al pasado de un salto y sentémonos a merendar en la cocina de la abuela, levantemos la mirada y observemos sus vigas de madera, su campana de obra, suelo de barro y alicatado en color blanco puro que sólo se quebraba con la aparición del almanaque de La Virgen Milagrosa que te miraba con ojos inquisitivos desde su nube y que sin saber cómo, coincidía con tus impresiones : "como no te tomes el vaso de leche y la magdalena de Cózar, lo que te vas a comer va a ser una buena galleta... amén".
¿En qué cocina de nuestras abuelas no había uno de ellos? Estos molinillos forman parte de nuestra historia. Fabricados por la empresa alavesa "Elma" desde los años 20 representan toda la sencillez, nobleza y efectividad de la generación que vivió la guerra y la posguerra. Los había de varios modelos, pero el más común es el que os mostramos, el de chapa pintado en un tono uniforme. Elma ha vuelto a comercializar esta versión de este clásico advirtiendo el exito que actualmente tienen pero sinceramente, donde se ponga una pieza original.... En cualquier caso aquí tenéis el enlace a la marca: http://www.elma.es/molinillos-cafe/chapa
Nuestro molinillo llegó bastante deteriorado, sobre todo la pintura (era verde) se limpió a conciencia y se volvió a pintar a mano dándole un aspecto moderno pero sin quitarle su punto vetusto. De las fresas hablaremos otro día.
Nuestro molinillo llegó bastante deteriorado, sobre todo la pintura (era verde) se limpió a conciencia y se volvió a pintar a mano dándole un aspecto moderno pero sin quitarle su punto vetusto. De las fresas hablaremos otro día.